En una construcción, es fundamental contar con un sistema de protección contra descargas eléctricas, que puedan afectar tanto a las personas como a los equipos y las instalaciones. Una de las formas más efectivas de lograr esto es mediante el uso de varillas de cobre o polo a tierra, que son elementos que se conectan al suelo y que permiten disipar la energía de los rayos o las sobretensiones.
Las varillas de cobre o polo a tierra consisten en barras, generalmente de cobre o de una aleación de cobre y acero, que se entierran verticalmente en el terreno, a una profundidad que depende del tipo de suelo y de la resistencia eléctrica que se desea obtener. Estas varillas se conectan entre sí y con el sistema eléctrico de la construcción, mediante cables y accesorios adecuados, formando un circuito cerrado que se denomina puesta a tierra.
Su función es ofrecer una vía alternativa para que la corriente eléctrica fluya hacia el suelo, en caso de que se produzca una descarga atmosférica o una falla en el suministro eléctrico. De esta manera, se evita que la corriente circule por los conductores eléctricos normales, que podrían dañarse o provocar incendios, cortocircuitos o electrocuciones.
Las varillas de cobre o polo a tierra son indispensables para garantizar la seguridad y el buen funcionamiento de cualquier construcción, ya sea residencial, comercial o industrial. Además, son obligatorias según las normas técnicas vigentes en muchos países, que establecen los requisitos mínimos para su instalación y mantenimiento. Por lo tanto, es importante contar con el asesoramiento y la ejecución de profesionales calificados, que puedan diseñar e instalar un sistema de puesta a tierra adecuado para cada caso.
